Criterion ha pasado de ser uno de los mejores estudios europeos, con juegos como Burnout 3: Takedown y Black en su pedigrí, a un estudio de apoyo para las grandes superproducciones de Electronic Arts. Gracias a las remasterizaciones, estamos pudiendo redescubrir algunos de sus trabajos, como Burnout Paradise o, ahora, Need for Speed: Hot Pursuit Remastered.
Polis y ladrones
Need for Speed: Hot Pursuit Remastered es un juego de conducción arcade que recupera el concepto de carreras huyendo de la policía o controlando los vehículos policiales para detener a los corredores ilegales.
Se trata de una remasterización del juego de 2010, lanzado originalmente para PlayStation 3, Xbox 360 y ordenadores. Por supuesto, esta versión incluye todo el contenido adicional lanzado en su día.
Lo primero que se agradece es el diseño de pruebas clásico, con un menú de selección que nos propone una carrera del punto A al punto B, lejos de los mundos abiertos por los que ha apostado la saga en sus últimas entregas y que, al menos para nosotros, supone un cambio que le sienta muy bien. Podemos recorrer el mapa libremente si así lo preferimos, pero el modo Carrera es más tradicional en ese sentido.
Las pruebas nos dejan elegir entre corredores ilegales o policías, y cada uno de ellos cuenta con sus propios desafíos. El objetivo suele ser obvio: llegar el primero como corredor y derribar a todos los corredores como policía, y esta vez tenemos armas para ayudarnos a conseguirlo, como bandas de pinchos para detener a nuestros perseguidores. También hay pruebas como contrarrelojes, en las que nuestro único rival es el cronómetro (y el tráfico, que nos la va a jugar más de una vez). Es un juego sencillo y directo, y eso en 2020 lo agradecemos más que en 2010.
Tenemos, además, contenido para parar un tren. Criterion sabía muy bien cómo gestionarlo para mantener la experiencia siempre interesante, y va intercalando coches de altísima gama que vamos a tardar mucho en desbloquear entre prueba y prueba, para dejarnos probar lo que nos espera y animarnos a seguir. Funcionaba en su día y sigue funcionando ahora, si bien es cierto que al final se nos ha acabado haciendo algo repetitivo; quizás porque, a diferencia de Burnout Paradise, lo que ofrece Need for Speed: Hot Pursuit Remastered está mucho más visto.
Need for Speed: Hot Pursuit Remastered mantiene una de las grandes novedades del original, el Autolog, un sistema que sirve como punto de encuentro para jugar a través de internet y competir con otros usuarios, expandiendo el sistema con juego cruzado. Hoy en día puede hacerse un poco limitado, pero que nos recomienden desafíos para picarnos con otros jugadores sigue siendo muy divertido. Los modos a través de internet no son nada del otro mundo, simplemente adaptaciones online de las pruebas normales, pero se agradece contar con la posibilidad de jugar contra amigos y desconocidos.
Diez años en lo técnico
Hay dos cosas que nos han sorprendido muy positivamente de Need for Speed: Hot Pursuit Remastered: lo bien que se sigue controlando y lo bien que se sigue viendo. Por una parte, con Criterion detrás, estaba claro que las sensaciones a los mandos iban a ser buenas, pero se sigue jugando a las mil maravillasCome from Online Betting Site. La manera en la que responden los coches, una vez que le cogemos el truco, es genial, y ese toquecito Burnout cuando embestimos a los corredores con los coches de policía sigue siendo genial.
Visualmente, aunque no se puede comparar con un juego de carreras actual, creemos que aguanta el tipo muy, muy bien. De hecho, incluye un modo foto mejorado, y algunas de las instantáneas podrían pasar perfectamente por un título de esta generación. Eso sí, no podemos entender que no haya un modo a 4K y 60 imágenes por segundo en Xbox One X y PS4 Pro. Sí, podemos elegir el modo rendimiento, que aumenta la tasa de imágenes de 30 a 60, pero la consola de Microsoft debería poder mover con soltura un juego de la pasada generación a esas resoluciones. En cualquier caso, el modo rendimiento se ve sorprendentemente limpio, por lo que quizás podéis sacrificar ese extra de resolución en favor de la fluidez.
Algo que no nos ha gustado tanto es lo que se tarda en reiniciar una prueba. Si sois competitivos y queréis conseguir siempre el mejor tiempo, vais a pasar mucho tiempo reiniciando las carreras. Esto supone un tiempo de carga más largo de lo que nos gustaría, así como una introducción que, aunque en teoría nos podemos saltar, sigue mostrándose durante varios segundos, lo que hace bastante molesto repetir una prueba.
Por último, mencionar que se mantiene la banda sonora, con artistas como 30 Seconds to Mars, Pendulum o Lemonade, que cubren un amplio rango de géneros y que encajan muy bien con la propuesta. Nos llega, por supuesto, con el doblaje al castellano que ya ofrecía la entrega original.
Una carrera contra el tiempo
Need for Speed: Hot Pursuit Remastered es un juego con el que te lo pasas bien. El control sigue siendo genial, tiene una gran cantidad de contenido y es muy disfrutable, pero a la vez es un juego que no ofrece nada demasiado relevante en 2020. Mientras que la remasterización de Burnout Paradise nos daba algo que prácticamente nadie hace hoy en día, esta nos da algo que hemos visto expandido incluso dentro de la propia saga con Need for Speed: Rivals.
Algunos aspectos han envejecido regular, y no podemos evitar nuestra decepción al ver que la versión de Xbox One X y PS4 Pro no funciona a 4K y a 60 imágenes por segundo, incluso si contamos con un modo que permite sacrificar resolución para alcanzar la mencionada tasa. En cualquier caso, Need for Speed: Hot Pursuit Remastered es una buena opción si se os apetece un arcade de conducción divertido y con muchas horas de juego por delante, sobre todo si estáis cansados de tanto mundo abierto.
Hemos realizado este análisis en Xbox One X con un código de descarga proporcionado por Electronic Arts.